La mejor forma de entrar en los poemas de Estefania Almonacid Velosa, consiste en dejarse llevar por su ritmo, de la misma manera como se ingresa a la pista de baile. Zalamera rinde un halagador homenaje a la salsa y al bolero; es una biografía musical que da cuenta de territorios poéticos como la niñez, la familia y el amor. Declara, además, admiración por la herencia al tiempo que celebra la identidad propia y le otorga al acto creativo un carácter natural y renovador. Todo esto sazonado, eso sí, con música de fondo: una lista de cantantes y agrupaciones que con sus melodías definen la atmósfera de cada poema. Deseo que el lector o lectora, al finalizar el poemario, sienta a su alrededor el silencio amable de los discos que giran, mudos sobre el tocadiscos, después de haber llenado la casa con música y vida.