Si bien las técnicas radiológicas convencionales de la mama consisten habitualmente en la mamografía y la ecografía, cada vez hay más interés por otros abordajes, quizás principalmente el estudio con RM, para explotar las bases anatómicas y fisiológicas que permitan entender el cáncer de mama. Las técnicas de medicina nuclear se aplican en varias circunstancias con la intención de acercar o definir un papel para el estudio radiológico molecular, por ejemplo, mediante el uso de F-18 fluorodesoxiglucosa y la tomografía por emisión de positrones. Otras técnicas, incluida la explotación de otros componentes del espectro electromagnético, han aportado nuevos conceptos que pueden madurar en el uso clínico.