La mayor parte de los traumatismos renales pediátricos son menores y no suponen un peligro significativo para el niño. Un pequeño porcentaje de niños sufre traumatismos renales graves que requieren una valoración inmediata y la decisión de un tratamiento quirúrgico o no quirúrgico. El tratamiento selectivo de los traumatismos renales pediátricos basado en el mecanismo de la lesión, la estabilidad hemodinámica, las lesiones no renales asociadas y la imagen en la TC han llevado a una tasa de exploración renal del 5 al 11 por ciento, con tasas de conservación del riñón de más del 98 por ciento.