Un sabor acre y conocido / Édgar H. Ramírez Dávila
Por: Ramírez Dávila, Édgar H.
Tipo de material: Literatura Series CantaRana.Editor: Tuluá : Instituto de Educación Superior. UCEVA Unidad Central del Valle del Cauca, 2015Edición: 1 edición.Descripción: 57 páginas.ISBN: 9789588519517.Materia(s): POESIA COLOMBIANA -- ANTOLOGIA | ENTORNO -- SENTIMIENTO | VERSOS -- EXPRESION ESCRITA | INSPIRACIÓNTipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | Reserva de ítems |
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Literatura | Centro de Información y Consulta Estantería Abierta | Colección General | PQ-8180-R173s (Navegar estantería) | Ej. 1 | Disponible (Consulta Externa) | L00230 |
El autor de "Un sabor acre y conocido" ha recorrido calles, plazas y parques preguntándose cuáles son las notas del blues o del jazz más acordes con el último trago o con la primera cerveza. O mejor aún, sus cotidianas preocupaciones tienen que ver con la muchacha que vislumbró en cualquier recodo y que él descubre siempre en el fondo del bar. Cosas así, como las que nos pasan a los mortales que solemos enamorarnos y ser abandonados por las fatales pero siempre bienvenidas ilusiones del amor. Los cotidianos afanes de los que interrogamos siempre si hay en verdad alguna palabra que conjure los sueños que terminan una vez que consumimos el cigarrillo que no volveremos a encender. La vida simple, pero llena de pequeños misterios. Los asombros que se encuentran y se pierden para siempre. Los furiosos canes del desamor siempre pisándonos los talones. Los misterios que no son tales sino heridas. Las intuiciones que nos permiten entrever el rostro por el que sobrevivimos.
Sea pues bienvenido este poemario de Edgar Hernán Ramírez, que da cuenta de un mundo donde llueve, donde las palabras viven y se encienden con las luces que la ciudad nos va dejando en el recuerdo, donde las avenidas nos llevan a ninguna parte, a no ser que den cuenta de nuestros lugares en que crecen las derrotas que como siempre vislumbramos en las próximas copas, las que festejarán el definitivo olvido.