Próloogo ópera prima

Propedéutica de cualquier cosa. Saludo a la bandera. Taxidermia. Bellezómetro.

Barrios la macarena / chapinero / teusaquillo / la candelaria / zona rosa. Bodega / local / sótano / piso interios / exterior. Noche. Irrupción 1. Entre caníbales. Nostalgía acumulada. No chaqueta, no vidrio.

Podrás pasar la página al escuchar la campanilla. Teléfono roto (primera parte). Irrupción 2. Small world.

Los muertos sintientes. Irrupción 3. Teléfono roto (segunda parte). Dolores protagónicos (1). Vacui Dies. Dolores protagónicos (2). Coda: viejas glorias de la canción.

Piel Antibalas. Interrupción 4. Duke. Teléfono roto (tercera parte). Nos vamos o nos quedamos. Interrupción 5.

Usted tiene un minuto. Resucitar en los detalles. Interrupción 6. Algo. El dolor más bonito.

Underlandia.

La mujer invisible desapareció exactamente un lunes veintisiete, a las doce y diez de la noche, en un terreno baldío circundado por la miseria. Desde entonces, abre puertas y se asoma a mundos paralelos de gente orillera y triste que habita edificios de paredes mohosas, transportes públicos y ropa sucia, como Cielo, una diminuta mujer enferma de asco que solo puede relacionarse con la humanidad a través del teléfono. La mujer invisible penetra la perversa hermosura del mundo de Aníbal, un anciano saxofonista frustrado dedicado a la taxidermia y al estudio de sus vecinos a través de sus desechos, entre los que se cuenta Dolores, una hermosa muchacha aspirante a actriz, superficial y cruel, incapaz de sentir. La mujer invisible entra incluso en su propia vida, narrando su frustrada historia de amor con un odontólogo sádico que detonó su locura, abriendo las puertas que la llevan a otros mundos posibles. Su relato es un viaje sensorial, rabioso y desesperanzado, a través de siete capítulos que se desarrollan en los últimos veinte años de un sector pretencioso y anodino de Bogotá que vive en presente continuo.