La célula, unidad elemental de la vida, se considera hoy en día una compleja factoría, llena de máquinas proteínicas que se encargan de la mayoría de las funciones biológicas. Gracias a la aplicación de las técnicas de la biología molecular y estructural estamos descubriendo, cada vez a mayor velocidad, las secuencias y estructuras de las proteínas que componen esa maquinaria.