3 de septiembre de 1940. Diez niños peculiares huyen de un ejército de monstruos mortales. Y sólo una persona puede ayudarlos, pero está atrapada en el cuerpo de un pájaro. El extraordinario viaje que comenzó en El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares continúa cuando Jacob Portman y sus nuevos amigos viajan a través de bucles temporales al Londres devastado por el Blitz, la peculiar capital del mundo. Allí esperan encontrar una cura para su querida directora, Miss Peregrine. Pero en esta ciudad destruida por la guerra, capturas, fugas, bombardeos y horribles sorpresas acechan en cada esquina con los malvados wights y los asesinos hollowgasts en plena persecución. Y antes de que Jacob pueda llevar a los niños peculiares a un lugar seguro, debe tomar una importante decisión sobre su amor por la bondadosa hechicera Emma Bloom resulta jugar un papel crucial en la trama. Como en otras ocasiones, el autor articula su historia en parte en torno a una serie de enigmáticas fotografías de época, entre las que se encuentran dos hombres (¿cadáveres?) que comparten cama con esqueletos, un perro que fuma en pipa y una chica que mira fijamente con un enorme agujero en el abdomen. Aunque no son tan novedosas como en el primer episodio, añaden notas claramente espeluznantes (incluso cuando el tema es supuestamente cómico) a una historia ya bien provista de comedores de almas y monstruos con tentáculos.