Incluye datos biográficos del autor en pasta.

Desde las entrañas de las palabras provocadoras. Notas preliminares. Signo inaugural. Del ritual. Resurrección de la imagen. La literatura como tauromaquia. Laberinto extremo. El ángel o la voz interior. Gesto litúrgico. Ceniza inconclusa. La obra. Soledad, tiempo y espacio. Horacio Quiroga: la selva del escritor. Trampa o juego. Lámpara exiliada. Aurelio Arturo: imagen, magia y mito. Locura ritual. Gottfried Benn: la máscara y la muerte. Posibilidad de la fábula o la lectura de libros fáciles y difíciles. Palabra. El homo ludens, drama y comedia. Lugar de la memoria. Una escritura latinoamericana de la muerte. La fe de una poética. Antiguas prerrogativas. Vuelta del camino. Cultura trivial. El valor de la sangre ajena. El yo paralítico. Insinuación marginal. Invención y mimesis. En torno al compromiso. El falso hechizo. ¿Literatura de la desesperación? De la oralidad y la escritura. Arte vivo. Sobre el Bestiario. El paraíso recuperado. El otro tótem. La magia del hacedor. Lo catártico. Después de la epopeya. García Lorca y el paraíso perdido. Acerca del arte de la brevedad. Más allá de la intuición. La palabra hecha carne es infrecuente. Otra vez, la lógica frente a la revelación. El melodrama y la simplicidad. Los engranajes del tiempo. De la experiencia interior. Parábola del viaje. Del gueto al acto espiritual. Dos asedios a María Zambrano. La agreste libertad de una prosa. Lejos de Roma, de Pablo Montoya. La suerte contraria y otros cuentos. Todo arte es erótico. Cada vez que ladran los perros. El escepticismo como forma. Resucitar, acto anónimo. La metáfora, otra visión. Ante la ley de Kafka. ¿Arte final? Pregunta. Antes del olvido.

La obra ensayística compilada en este libro es producto de una labor incesante realizada a lo largo de 25 años. Con estos textos se corrobora una vez más que el ensayo no es producto de la espontaneidad y la sospechosa inspiración de un segundo. Es, al contrario, el fruto de una reflexión ardua y constante que sólo logra su concreción con el paso de los años. Pocas veces, en realidad, surge un buen libro de ensayos en un escritor que inicia su carrera. El ensayo, género silencioso y solitario, ajeno a las bataholas de las modas literarias, exige el reposo así su contenido sea explosivo y beligerante, y una suerte de sabiduría, donde se mezclan el asombro y una buena dosis de escepticismo, que sólo otorga la madurez del escritor. Requiere, además, un sentido crítico y un cúmulo de lecturas que sólo las mentes analíticas pueden equilibrar con fortuna. Gabriel Arturo Castro, el autor de Ceniza Inconclusa, cumple cabalmente con dichas exigencias. Cada libro o autor o sujeto cultural o literario que trata es sopesado desde una escritura juiciosa. Su visión de los fenómenos estéticos nunca es incompleta y siempre la acompaña un sustento de relaciones interpretativas reveladoras.